El Fin NO justifica los medios

El Fin NO justifica los medios

Ayer se confirmó la aparentemente definitiva (por ahora) marcha atrás en la privatización de la sanidad pública madrileña. El anuncio de la renuncia a seguir adelante con el proceso, realizada por el propio presidente madrileño, Ignacio González, así lo indica.

Atrás quedan meses de reivindicaciones por parte de ciudadanía, gestores públicos de los hospitales afectados y la mayoría de integrantes de la comunidad sanitaria. Han sido semanas enteras de huelga indefinida, jornadas de paros convocadas por los sindicatos y varias “mareas blancas” de miles de sanitarios protestando con sus batas blancas por el centro de la capital. Escritos de protesta presentados por diferentes organizaciones médicas; críticas elevadas desde multitud de foros,..

Todo esto, y los varios recursos presentados a la justicia por diferentes colectivos. Porque no olvidemos que realmente fue la resolución de ayer del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) lo que ha precipitado los acontecimientos. La decisión de mantener la suspensión cautelar que pesa sobre el proceso desde septiembre. Esto, y no la presión popular, es lo que ha llevado a la Comunidad de Madrid a rectificar su postura (con la opinión pública en contra se manejan bastante bien después de muchos meses haciendo lo que se les antoja, sin permiso de nadie). Aunque esa presión popular seguramente sí ha influido notablemente en la decisión del TSJM.

El caso es que, sea como fuere, todo este despliegue de lucha pacífica, de guerra limpia, utilizando como armas las herramientas que nos brinda nuestra democracia, me parece algo bastante esperanzador. Y no por el hecho de su posible victoria, que eso está todavía por ver; sino porque este tipo de levantamiento de la sociedad, de generación de una conciencia colectiva y un espíritu inconformista de lucha, es algo que últimamente se nos presupone perdido.

Por eso, ver como miles de personas que consideran un hecho no solo injusto, sino que atenta además a los intereses de la sociedad en su conjunto, siendo contrario además a las promesas políticas, se ponen de acuerdo y dedican a esta causa su tiempo y entusiasmo, sacrificándose y perdiendo además dinero con ello, me parece muy meritorio. Y ni siquiera habría que estar de acuerdo con sus reivindicaciones para sentirlo así.  Más aún cuando el tono de la protesta ha intentado hacerse siempre desde el optimismo y la alegría.

Y por supuesto que, como dentro de cualquier grupo de protesta, existirán bastantes personas que realmente hayan tenido más en cuenta su bienestar personal que otra cosa. Su miedo a perder el puesto de trabajo, o incluso un empeoramiento de sus condiciones laborales (cosa que también sería totalmente lícita). Pero tan cierto es esto como que la gran mayoría lo han hecho por una creencia personal en los beneficios del sistema actual para la sociedad en su conjunto.

El fin no justifica los medios

Porque además, resulta especialmente alentador si se compara con otro tipo de protestas o reivindicaciones, por contra, no son tan “elegantes” o democráticas. Y pongo como ejemplo el reciente caso las obras paralizadas para construir el  ya famoso bulevar en el barrio del Gamonal, en Burgos. Creo firmemente que el fin no justifica los medios. Lo repito: El Fin NO justifica los medios. Y por lo tanto, las actuaciones realizadas por una parte de los vecinos del Gamonal, mezcla de vandalismo, chantaje y autoritarismo, quitan por completo la razón a cualquiera de sus reivindicaciones. Y es que todos podemos estar o creer estar cargados de razones para exigir o luchar contra el sistema por algo: una obra, una privatización, un cambio de normativa, una subida de impuestos, lograr la independencia,… y son nuestras acciones, y los medios que empleamos o no para tratar de alcanzar nuestro propósito, lo que más nos diferencia a unos de otros. De no hacer nada (lo cual no es nada positivo, porque así la sociedad no avanzaría nunca) a llegar a matar por tus ideas existen infinidad de alternativas intermedias posibles. Y el camino que eliges, repito, te define como persona mucho más que el objetivo perseguido.

Siempre he considerado, volviendo de nuevo al tema de partida, y sin querer ni mucho menos generalizar, que el colectivo de trabajadores de la sanidad pública es un grupo especialmente “interesante” a través del cuál conocer la realidad de nuestro país. En cuanto a nivel cultural y educativo, su media es bastante alta. Y aunque cada uno tenga sus ideales políticos, casi todos comparten y observan en su día a día mucho de la realidad y la crudeza de la  miseria humana: El dolor, la necesidad, la rabia, la falta de conocimiento,…

Trabajando en un hospital público o un centro de salud, interactuando cada día con la realidad a pie de calle, resulta mucho más sencillo interpretar como estamos y hacia donde vamos, cómo las políticas de altura acaban afectando  a la vida de todos (en lo bueno y lo malo). Y eso te hace mucho más “impermeable” a planteamientos teóricos o dogmas políticos, permitiéndote adquirir una visión, sino más universal, al menos sí más abierta. Pero esto, claro está, es mi opinión. Porque según mi propio planteamiento, un cura debería ser también entonces la mayoría de veces una persona tremendamente abierta…

Concluyendo

Mi más sincera enhorabuena la marea blanca por su triunfo en esta batalla.

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Angel Sierra

"Saber escuchar no siempre significa no tener nada que decir." Cinéfilo, tecnólogo, deportista, tímido, imaginativo, trabajador, viajero, comunicador, compañero, disfrutón, tranquilo, loco, músico, cocinero, gestor, bailarín, empático, friki, complicado, géminis... siempre diferente. Huye de encasillamientos; de lo que has sido o dicen que eres. Sé lo que quieras ser... sobre todo buena gente.

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4 comentarios en «El Fin NO justifica los medios»

  1. Creo firmemente que gran parte de las fechorías llevadas a cabo por nuestros políticos y funcionarios públicos corruptos se deben a la absoluta indiferencia del pueblo (en algunos casos incluso connivencia) y de sus juristas. Y entiendo que estas iniciativas, por el pueblo, para el pueblo y desde el sistema, son la única forma de conseguir una democracia más transparente y unos políticos y funcionarios públicos menos corruptos, por lo que coincido en gran medida con lo dicho en tu artículo.

    En mi opinión esa iniciativa del colectivo sanitario de Madrid, mantenida contra viento y marea (como bien dices les ha costado como mínimo perder días de salario) es la que marca la diferencia. Vale que coincide con una decisión judicial (más concretamente con la ratificación de la medida adoptada), pero ese revés, que es solo un primer punto de partida dentro de cualquier procedimiento y que no prejuzga el fondo, se ve propiciado y favorecido por esa espectacular y civilizada respuesta ciudadana. Chapeau!

    No me malinterpretes, no creo que la presión tenga incidencia en los argumentos jurídicos (de hecho es desgraciadamente habitual que la opinión popular, manipulada al efecto, no coincida con el ordenamiento jurídico), pero, por una parte, supone una importante inyección de moral para el que lo recibe, por otra, conlleva que sean la Administración actuante y las empresas privadas que están detrás para hacerse con el pastel las que tengan que soportar la dilación del procedimiento (que puedo garantizar que aburre hasta el más paciente de los mortales).

    Es importante ensalzar estas iniciativas y mostrar cuál es el camino, la mejor arma de un truhán es poder decirle al contrario "y tú más", así que bien harían todos aquellos que luchan contra el sistema en volcar sus esfuerzos en hacerlo desde dentro. ¡Se puede!

  2. Por cierto, unas preguntas maliciosas:

    – ¿Se tomará alguna medida contra el cerebro de la privatización? ¿O se le premiará como es habitual con otro puesto de confianza o "a dedo" en otra administración o en alguna entidad privada afín?

    – ¿Se devolverá el dinero a los sufridos y aguerridos manifestantes? ¿O el precio de cualquier lucha será siempre la maltrecha economía de los que protestan?

    Os respondo ya…si habéis marcado la b en cada pregunta, habéis pasado el examen. Si no, os recomiendo un curso acelerado de realidad.

  3. Pues creo que yo también me voy a decantar en los dos casos por la b. 😉

    Y además respondo a tu primera pregunta con otra pregunta ¿Quién es realmente el cerebro en este proceso de privatización? ¿El ya dimitido (y tal como tú indicas seguramente recompensado en breve) consejero de sanidad? ¿O es un proyecto suficientemente ambicioso y estratégico cómo para pesar que alguien por encima es cabeza pensante?

    Desde luego yo en este caso vería mucho más lógico, junto con la dimisión de Javier Fernández-Lasquetty, una dimisión del propio presidente de la comunidad, ya que ahora parece que "pasaba por allí". Pero claro, estamos tan mal acostumbrados que simplemente con esta dimisión bastante gente pensará incluso que ha sido un ejemplo buenas prácticas democráticas.

  4. A la primera: Rara vez hay una sola cabeza pensante…

    A la segunda: Con la información que hay me parecería excesiva la dimisión del Presidente, si se siguiera indagando y se demostrara algún tipo de interés bastardo en la privatización, entonces la dimisión se quedaría corta (hablaríamos de imputación). Pero dudo que esa información caiga en manos judiciales, como poco hasta que el partido en el poder salga.

    En cuanto al ejemplo de democracia, claro, depende de con quien te compares. Como decía ayer, esta gentuza es especialista en el y tú más. Fíjate si se comparan con sus colegas andaluces implicados en los ere.

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