Tengo que reconocerlo: nunca he terminado de verle del todo la gracia a las ecografías 4D. Es más, ni siquiera he conseguido entender lo del 4D. Te enseñan una foto de una cosa que bueno…si, tiene forma de bebé. Pero un bebé pasado por Photoshop. Y al que además es imposible sacarle los rasgos de nadie… por lo menos yo. Porque eso es un defecto que traigo de serie: no huelo los parecidos ni pegando el hocico a las nalgas en plan sabueso. Podrían ponerme delante al hijo bastardo de Mick Jagger con Rossy de Palma, y no sacarle similitud con ninguno de ellos.
Cuando te hablan de 4D lo que uno espera es una pantalla de setecientas mil pulgadas, con tus Ray Ban multidimensionales, y una completa experiencia sensorial con olores, sabores y demás sentidos. Butacas articuladas, efectos especiales a mansalva… y extraterrestres, muchos extraterrestres. Lo que desde luego no te imaginas es una “simple” foto tuneada.
Sin embargo, nuestra visita de hace unas semanas para hacerlos la famosa ecografía 4D me hacia realmente mucha ilusión. Aunque tampoco es demasiado extraño, porque ya las ecos 2D me habían hecho babear como el típico padre primerizo re-súper-ñoño. Esos papás que no paran de escribir luego en su Facebook o Twitter mensajes llenos de ternura. Desde el clásico “Hoy hemos descubierto lo que es la felicidad absoluta. Soy feliz, mamá es feliz, y a ti te vamos a hacer muy feliz”, hasta los todavía mejores “Te amo tanto, mi vida, que me comería tus caquitas”, o “Nuestro bebe-cielito vomita mucho porque rebosa amor” (que conste que son frases reales). Os garantizo que salvo el tema de las ecografías, y quizás alguna pequeña licencia que me permito en este blog, creo que yo mantengo todavía la enfermedad bajo control.
El caso es que si una simple imagen 2D consigue esto, está claro que la ecografía 4D iba a ser una bonita experiencia. Porque además en esta 4D hablamos de mi hija, así que claro, el componente emocional suma mucho. Y sin olvidar también que esta prueba, aún sin ser obligatoria (no está dentro del calendario estándar para el seguimiento del embarazado), tiene su interés desde el punto de vista médico, para poder revisar con más detalle la correcta evolución del feto.
Admito que, bajo estos antecedentes, lo que yo menos esperaba es encontrarme realmente una Película 4D. Pero así fue. Porque las fotografías estáticas (y en algunos casos borrosas) que había visto en otras ocasiones, cobraron vida delante nuestra. Y así, e igual que la naturaleza te regala de serie los movimientos y patadas en la barriga de la madre, la tecnología te permite mantener uno de tus primeros momentos de interacción “continua” con tu bebé. Puedes verlo entonces chuparse el dedo, frotarse los ojos, bostezar,… incluso responder a los empujones del ecógrafo y el médico (la primera y la última vez que alguien empuja a mi hija y sale ileso). Todo esto en tiempo real, sin tiempo para Photoshop.
Dicen que los mejores predicadores son quienes han sido previamente convertidos, los que al principio no creían. Os garantizo que, aún sin pantallas gigantes, gafas 3D, o butacas espaciales, la experiencia 4D llenará por completo todos vuestros sentidos, como la mejor de las películas. Nosotros tuvimos además la suerte de poder compartir la experiencia (por la distancia no pudieron estar ninguno de los abuelos, pero estuvieron perfectamente representados). Y pasar así una tarde de cine en familia. Un rato agradable, un pequeño instante. Probablemente insignificante, de esos que no siempre encuentras tiempo para disfrutar, para los que no siempre estás (física o mentalmente). Pero un momento irrepetible, impagable. Admirando a tu hija; observando a tu sobrino disfrutar y emocionarse con ella; sintiendo a una madre radiante. Ocasiones que refuerzan el porqué de lo que haces.
Angel Sierra
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Yo sigo preguntándome lo mismo … si metes esa foto o video 4G en una impresora en 3D … qué sale?
Pues no lo tengo muy claro ¿Qué ganaría? ¿el 3D o el 4D? Porque está claro que algo con forma de bebé debe salir… pero si gana el 4D… debería moverse y todo. Lo que pasa es que con las impresoras 3D yo tengo otra pregunta que me intriga aun más. Si en una impresora 3D metemos la foto de una impresora 3D, ¿Sale una impresora 3D o una 6D? ¿Funcionaría la copia? ¿Crearíamos una paradoja espacio tiempo que nos arrastraría a todos?